jueves, 17 de enero de 2008

nueva Ley del Cine

La nueva Ley del Cine exprimirá a las televisiones y limitará a las majors



La ministra de Cultura, Carmen Calvo, presentó ayer a los distintos sectores implicados un documento con las bases de la nueva Ley del Cine, que el Gobierno pretende aprobar antes de que termine la legislatura. El encuentro se celebró en un clima de consenso, a excepción de las cadenas de televisión, por cuanto el texto es más exigente con ellas en la financiación del cine español.

Ahora se abre un «periodo de diálogo» para que las partes comuniquen sus alegaciones, de modo que a mediados de enero se pueda elaborar un texto «articulado», más completo.

El anteproyecto de la nueva ley, al que tuvo acceso ABC, se basa en cuatro principios fundamentales»: la definición y el apoyo a los sectores independientes, evitar los desequilibrios actuales del mercado audiovisual, adaptarse a las nuevas tecnologías y el respaldo a la creación y a los autores.

Uno de los puntos básicos de la nueva ley será «la transformación del actual Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales en Agencia Estatal», que tendrá mayor operatividad y, aunque esté vinculada a Cultura, también tendrá relación con otros Ministerios, Comunidades Autónomas y representantes de otros sectores.

El punto más llamativo, sin embargo, son los nuevos porcentajes exigibles a las televisiones. Con carácter suplementario al 5% actual, deberán aportar un 1% «para espacios de promoción de las películas españolas que el operador televisivo haya producido, coproducido o de las que haya adquirido derechos de emisión». Asimismo, las cadenas públicas dedicarán «un 2% suplementario a la inversión, a partes iguales, en series de animación y series documentales». La animación será también beneficiada, al igual que los filmes para televisión, en las ayudas procedentes del Fondo de Protección.

Otro apartado clave es la definición de la figura del productor independiente, así como los distribuidores y exhibidores no vinculados a empresas de capital extracomunitario. Así, se protegerá a las salas independientes que programen cine europeo e iberoamericano, sobre todo en versión original, y a los que ofrezcan un número mínimo de cortos. Del mismo modo, se impulsa la implantación de sistemas de proyección digital. La cuota de pantalla se mantiene, aunque «adecuándola a los tiempos actuales», donde abundan las multisalas.

Más importante aún es que la Agencia velará contra las situaciones de abuso y los acuerdos «anticompetitivos» de las grandes distribuidoras o «majors». Se evitará la contratación «por lotes» y se aplicarán condiciones equiparables a la de la Unión Europea. Otros asuntos destacados son el apoyo a la digitalización, la definición de «otras obras audiovisuales», el fomento a la escritura de guiones y a las mujeres cineastas, así como la consideración del director de fotografía como uno de los autores de la obra cinematográfica.

Por último, para establecer la nacionalidad española de una película, sus autores (director, guionista, músico...) deberán ser españoles al menos en un 75 por ciento.

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